martes, 5 de octubre de 2010

Cero sentido común (parte 2)

Esta segunda parte está dedicada a quienes no aplican el sentido común cuando de  viajar en autobús se trata, primero: pagar con un billete de ¢10 mil, ¿en qué cabeza cabe abordar el bus en las primeras horas de la mañana y darle al chofer un billete de 10 mil y decirle "pago uno"????, el pobre hombre tiene que agarrar todos los billetes y monedas que ha recolectado en las carreras previas para dar el vuelto, pero ojalá el chofer le diga al pasajero: ¡qué pena pero no tengo vuelto!.. Esta persona o se tiene que bajar e irse en taxi o buscar quién le preste unas moneditas.

Segundo ejemplo: llega el bus requete cargado, con gente sentada en la tapa y siempre hay alguien que se monta aunque  no haya espacio, lo que obliga a los pasajeros que están de pie y casi de adorno en el parabrisas a darle campo al "genio pensante" que se sube solo porque sí, claro,  lo mejor es que es siempre, en cuestión de segundos, aparece otro bus con suficiente espacio, así que mientras esta persona hace malabares, los  pasajeros que optaron por no subirse van tranquilitos y bien sentaditos.

Otros ejemplos: personas que se suben al bus, se quedan en las barras y no dejan a otros pasar mientras abren la cartera para buscar el dinero del pasaje; o quienes van de pie, hay espacio para correrse y ¡no lo hacen!; o los que tocan el timbre para pedir su parada cuando el bus ya va como a cien metros después de la misma y tras de eso se quejan. He visto personas que van de pie y se ponen a mandar mensajes de texto y en un frenazo o en una vuelta, o ellos se caen o su teléfono celular va a dar un paseo por todo el piso, pero claro, el chofer tuvo la culpa.

Casos de cero sentido común hay miles, pero aquí no se trata de ser  el más perfecto, ya que todos somos humanos y cometemos errores, sino de pensar bien las cosas antes de actuar, de esta forma nos ahorraremos un colerón solo por no usar el cerebro, ¿no les parece?.



2 comentarios:

  1. Le digo: el sentido común, es el menos común de los sentidos. Le regalo otra: Acá en Colombia, por lo menos, la gente que menos tiene, es la que más estrena a fin de año, pero en enero no tienen qué comer. Cabe eso en el sentido común?

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  2. Pues no, pero no solo en Colombia pasa eso, también aquí en Costa Rica, una vez fui a una gira en uno de los barrios más pobres de San José y quedé sorprendida de ver que en casas de paredes de latas, piso de tierra y pedazos de maderas como muebles tenían pantallas planas, equipos de sonido de última tecnología y celulares de los más caros, también hay gente que en enero va a las casas de empeño a dejar teles o DVD's para pagar las deudas de diciembre. Como vos decís, el sentido común es el menos común de los sentidos y ejemplos de eso abundan, ¡gracias por el comentario!

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