martes, 7 de abril de 2015

Estupidez que cobra vida

Todas las Semanas Santas y Navidades las autoridades prácticamente le suplican a la población cordura: no excederse en el licor, no manejar borrachos, respetar el mar si está picado, etc, etc, etc y pocos hacen caso.

Esta Semana Santa el siniestro de tránsito en que se vio involucrada la periodista Maricruz Leiva y en el que murió la joven Verónica Guerrero vuelve a poner sobre el tapete muchos temas: la imprudencia al volante, la cero cultura vial y las leyes tan raras que tiene este país.

Para mí no es imprudencia, es estupidez lo que todos los días vivimos en nuestras calles y por más leyes estrictas que existan, el cambio debe empezar por uno, veamos tres simples ejemplos

  • El teléfono celular se ha convertido en el oxígeno de más de uno, Dios libre andar sin el aparato ese, es tan pero tan indispensable que no se puede manejar sin él, convirtiéndose en una trampa casi mortal: 




El "a mí no me va a pasar nada", frase favorita de los inconscientes, sigue causando accidentes que se pudieron evitar con solo poner a funcionar el cerebro, y repito, de nada valdrán leyes rigurosas si yo no cambio mi forma de "pensar" y de actuar.



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