Lo que te dice la gente tras una separación

Dudé bastante en cómo titular y es que no encuentro las palabras exactas para esto, pero conforme lean me entenderán.

Hoy en Buen Día (Canal 7) la entrevista de fondo fue qué aspectos hay que valorar antes de regresar con la ex pareja, ya sea cónyuge o novio y me hizo gracia que los tres comentarios que leyeron al final decían que buscar una segunda oportunidad no valía la pena porque lo que se rompió ya no se puede arreglar, lo que causó la molestia del experto aduciendo que ya nadie cree en el amor

Esta es una de las tantas frases que escuchamos cuando terminamos con una pareja o que inclusive muchas veces decimos cuando alguien nos cuenta que se separó.

Cuando se dá esta situación, hay personas que preguntan lo que pasó, cómo se siente uno, en qué términos quedaron, etc y te dicen: “si la relación es para bien, las cosas se arreglarán”, creo que quienes dicen esto son el 5% de las personas.

El otro 95% escucha atentamente lo que sucedió y cuando termina la historia, salen con cada frase que uno no sabe si darle las gracias o vomitar del colerón, algunos ejemplos son:

1. Mirá, de todas maneras, ustedes no hacían pareja, él (ella) no es para vos…

2. A mí me caía bien, pero, vos sos tan especial que nada tenías que hacer con esa persona.

3. Es mejor estar solo (a) que mal acompañado, disfruta la soltería.

4. Tranquilo, los buenos hombres (o las buenas mujeres) están escasos, no te preocupés.

5. Ahorita conseguís otra persona y mucho mejor que la que tenías.

6. Te digo todo esto porque te quiero mucho.

7. Si ya terminaron es mejor no regresar, porque eso nunca funciona

Estas siete frases de las miles que existen para “dar” ánimos nos hacen pensar que la gran mayoría no cree en el amor, buscan relaciones instantáneas o rápidas. También nos hace pensar que había cierto grado de envidia hacia la relación que existía y quizá por eso se alegran de la ruptura.

Este tema dá para mucho y varias de estas frases son como para tesis de doctorado, pero lo que sí es cierto, es que después de una ruptura escucharás todo tipo de consejos, a fin de cuentas, pareciera que todos son doctor corazón, solo que algunos traen el veneno incorporado.

Por cierto, ¿qué título le hubieran dado ustedes?

¡¡Cómo cuesta entenderte amor!!

Sí, a vos te estoy hablando, a ese angelito con arco y flecha, a ese corazón que se supone late cuando uno conoce a alguien, a esa “media naranja”, a esa alma gemela, a vos “amor de pareja”, a vos te hablo.

Desde que tengo uso de razón he escuchado hablar de vos y a lo largo de mi vida he visto cómo llegas con mucha facilidad a la vida de algunas personas, mientras que otras se cansaron de buscarte. He visto a personas llorar por causa tuya, he visto quienes luego de una decepción muy grande se han vuelto a levantar porque les diste una segunda oportunidad, pero a otros ni siquiera una.

¿Existe algún manual para entenderte, sabe uno dónde buscarte?, porque yo hasta el momento lo ignoro y conozco personas que piensan igual que yo, unos dicen que no hay recetas, otros que no hay que buscarte, que vos solito llegás, pero te lo juro que a veces te tardas o se te enredan los puntos cardinales.

La verdad, sos uno de los misterios más grandes de este mundo y a nosotros pobres mortales, no nos queda de otra que convivir con vos, pero a veces haces cada jugada que ayúdeme a decir.

Unos te adoran, otros te odian, unos estamos medio enojaditos con vos y tenemos mil y una preguntas para hacerte, pero todos coincidimos en una cosa: ¡¡cómo cuesta entenderte amor!!

¡Yo quiero ser como Mario Sepúlveda!

Yo quiero ser como “Súper Mario”, quiero tener un muy buen sentido del humor, hacer bromas y reír en los peores momentos de la vida, no perder la calma aún cuando estoy enterrada en mis problemas, en mis errores, en mi frustración.

Yo quiero salir a la superficie con el ánimo al mil por mil, olvidar el protocolo y abrazar a todos a mi alrededor sin importar si los conozco o tienen un puesto más alto que el mío y decirles: “hola Jefazo” y tener las agallas de pedir cambios en el mundo laboral.

Tener la valentía y la humildad para contar que Dios y el diablo se pelearon por mí y que Dios ganó, y sobre todo, decirle a la gente que no quiero que me traten como artista, sino como quien soy, una persona orgullosa de mi profesión.

De Mario  vamos a seguir hablando por mucho tiempo, hasta grupos en Facebook se crearon e imágenes como la de arriba están circulando por la red, su alegría lo convirtió en figura, ¡yo quiero ser como Mario Sepúlveda!



Lo que no te mata, te hace más fuerte

Esto dijo el gran filósofo alemán Friedrich Nietzsche y su famosa frase sigue resonando fuerte y clara en nuestros días, y es verdad: lo que no te mata, te hace más fuerte.

Te hace más fuerte porque pruebas tu carácter, te das cuenta de lo que estás hecho, de tu fortaleza mental y física.


Del cómo reaccionas en situaciones extremas, de la forma en que analizas las cosas, no importa si por unos días o meses ves las cosas color de hormiga, lo que vale es cómo te levantas del polvo y te reinventas.


Te hace más fuerte porque dejas que las heridas cierren, tienes el valor de dejar atrás el dolor y seguir adelante, de buscar nuevos horizontes y aunque te acuerdes del dolor, sigues adelante con la frente en alto.


Te hace más fuerte, porque adquieres experiencia, empiezas a ver las cosas diferentes, aprecias lo que tienes alrededor y a quiénes tienes alrededor.


Lo que no te mata, te hace más fuerte, hagamos de esta frase una filosofía de vida, y sepamos disfrutar las victorias, llorar, levantarnos y aprender de las derrotas.



Discreción: un arte olvidado

“Aquí entre nos, pero no se lo digás a nadie porfa”, ¿le suena conocido?, me lo imagino, es con esta oración con la que iniciamos el 90% de las conversaciones, generalmente relacionadas con algo grave que nos pasa o que le sucedió a un conocido y que en cuestión de horas lo sabe más de una persona.

Hay personas que todo lo cuentan, no solo su vida, sino la de los demás, y en ocasiones comparten detalles tan íntimos y delicados con media humanidad, que se meten en más de un problema.

Recuerdo que hace algún tiempo en “Buen Día” trataron el tema de la discreción y aquí salían varios ejemplos de situaciones incómodas: obligar a los chiquitos a contar de la novia que tiene en el kinder o la escuela, a que reciten la poesía, que canten la canción con la que ganaron el concurso. Mujeres adultas que le cuentan a sus amigas todos los detalles de la pelea que tuvieron con la pareja, sus aventuras y desventuras en la cama, mamás que hablan hasta por los codos de lo perfectos que son sus hijos y como les arreglan su vida.

En nuestra sociedad doble moral premiamos la indiscreción, y castigamos la discreción, la persona reservada nos parece “egoísta y odiosa”, poco comunicativa, como que no le gusta compartir y no es verdad, lo digo por experiencia, porque después de una regañada que me llevé por “bocona”, aprendí que no todo lo que escucho y lo que me pasa tengo que compartirlo, por eso, como una persona en pleno uso de mis facultades mentales, elijo qué contar y a quiénes contarle.

No informar todos los detalles de mi vida o de la vida de otros no es ser odioso, es ser discreto, es practicar un arte olvidado y muy necesario en nuestros días.

Por el Facebook lo conocerás

Las redes sociales... estas maravillas de la web 2.0 vinieron a llenar un vacío en cuanto a comunicación masiva, ya que gracias a las distintas páginas y sus perfiles, nos comunicamos con nuestros amigos y compartimos con conocidos y desconocidos lo que nos pasa o lo que estamos planeando.

Según el sitio Alexa.com, Facebook es la página web más visitada en Costa Rica, casi todo el mundo tiene perfil en Facebook, si queremos localizar a alguien digitamos su nombre, subimos fotos, vídeos, compartimos noticias y nos peleamos por medio de su página.

Las redes nos permiten tener una impresión de la persona con solo leer su estado de Face, ¿no me cree?, veamos algunos ejemplos de "por su Facebook lo conocerás":

Fiesteros: aquellos que siempre cuentan la fiesta del "finde", la de mitad de semana, del 2X1 de tal bar, las ricas alitas de pollo de tal otro, con mensajes codificados invitan a sus amigos a la "salida", es lunes y postean que esperan ansiosos el viernes para irse otra vez de fiesta, quienes cuentan lo que se tomaron y sus posteriores consecuencias. ¿Trabajan?, suponemos, porque necesitan de mucha plata para salir todos los fines de semana, ¿estudian?, quizás pertenecen a una carrera orientada a los negocios de comidas y bebidas y por eso hacen constantes trabajos de campo.

Trágicos: a esta persona se le quemó la plancha, le chocaron por millonésima vez el carro, el bus o el taxi en el que viajaba se quedó varado, se cayó y se quebró el brazo, la pierna o la uña; lo dejó la pareja, lo despidieron, se quedó por quinta vez en "x" materia, en fin, siempre le pasa algo malo. Y lo peor es que hay otras personas que aburridas de leer sus estados y las tragedias, los borran de sus contactos y los mandan a bañarse en la pileta de la Basílica de los Ángeles. Pegunto, ¿siempre les pasa algo malo?

Literarios: por lo general postean frases o pasajes bíblicos en vez de su quehacer diario, son personas reservadas con su vida y nos les gusta andar contanto lo que les sucede, saben qué compartir y co quien. También es muy común que por medio de estas frases nos demos cuenta de su estado de ánimo, en ocasiones las frases nos hacen reflexionar o nos caen como anillo al dedo y siempre se los agradecemos, son los que ponen una nota diferente al Face y nos sacan una sonrisa.

Enamorados en exceso: "te amo bb", "sol de mi vida", "gracias por la rosa tesoro", "te fuiste hace cinco segundos y te extraño", "love 4ever"... aquellos que suspiran y adoran a su pareja y generalmente son mujeres. Yo me imagino que tienen una foto la hermosa pareja rodeada de corazones y su único pensamiento durante el día es "estar con conejito", pareciera que no estudian ni trabajan ni tienen amigos, familia o mascotas porque solo del "amorcito" hablan: del examen que hizo, de la gira a la que se fue, del concierto al que asistió y por supuesto llevó a su "sol", hacen la cuenta regresiva para el aniversario o para que "bb" regrese de su viaje de tres horas. Si su pareja los deja ¿qué harán ellos?

Terrícolas: personas normales, que viven en este planeta, que van a la universidad, trabajan, tienen amigos, familia, pareja, mascotas, nos dan un pequeño resumen de lo que será o fue su día, van para reunión, salen con sus amigos pero al mismo tiempo piensan en la tesis, aman a su pareja pero cuentan las horas para el paseo familiar. Están llenos de brete pero van planeando la salida del fin de semana, en fin, demuestran ser personas equilibradas que les pasan cosas buenas y cosas malas, osea, tienen vida.

En este grupo también caben los comunicativos, los que cuentan una situación en particular y nos mantienen al tanto: ya sea en cómo va el partido o si están en un concierto o metidos en una presa e informan cómo va la cosa.

Si la frase de moda es "me enteré por Facebook", ahorita será "¿querés saber cómo es fulanito?, revisá su perfil de Face", es imposible conocer de pies a cabeza a una persona, muchos psicólogos apoyan esta tesis, pero, una miradita al perfil ayuda, ¿no les parece?

Cero sentido común (parte 2)

Esta segunda parte está dedicada a quienes no aplican el sentido común cuando de  viajar en autobús se trata, primero: pagar con un billete de ¢10 mil, ¿en qué cabeza cabe abordar el bus en las primeras horas de la mañana y darle al chofer un billete de 10 mil y decirle "pago uno"????, el pobre hombre tiene que agarrar todos los billetes y monedas que ha recolectado en las carreras previas para dar el vuelto, pero ojalá el chofer le diga al pasajero: ¡qué pena pero no tengo vuelto!.. Esta persona o se tiene que bajar e irse en taxi o buscar quién le preste unas moneditas.

Segundo ejemplo: llega el bus requete cargado, con gente sentada en la tapa y siempre hay alguien que se monta aunque  no haya espacio, lo que obliga a los pasajeros que están de pie y casi de adorno en el parabrisas a darle campo al "genio pensante" que se sube solo porque sí, claro,  lo mejor es que es siempre, en cuestión de segundos, aparece otro bus con suficiente espacio, así que mientras esta persona hace malabares, los  pasajeros que optaron por no subirse van tranquilitos y bien sentaditos.

Otros ejemplos: personas que se suben al bus, se quedan en las barras y no dejan a otros pasar mientras abren la cartera para buscar el dinero del pasaje; o quienes van de pie, hay espacio para correrse y ¡no lo hacen!; o los que tocan el timbre para pedir su parada cuando el bus ya va como a cien metros después de la misma y tras de eso se quejan. He visto personas que van de pie y se ponen a mandar mensajes de texto y en un frenazo o en una vuelta, o ellos se caen o su teléfono celular va a dar un paseo por todo el piso, pero claro, el chofer tuvo la culpa.

Casos de cero sentido común hay miles, pero aquí no se trata de ser  el más perfecto, ya que todos somos humanos y cometemos errores, sino de pensar bien las cosas antes de actuar, de esta forma nos ahorraremos un colerón solo por no usar el cerebro, ¿no les parece?.

Cero sentido común (parte 1)

¿Pero cómo se le ocurre?, esto es lo que decimos cuando vemos una persona hacer alguna "burrada" como cruzar con el semáforo en verde o subirse al bus en hora pico con cien bolsas y es que hay personas que nunca llegaron a la repartición del "sentido común", cualidad que hace tanta falta en nuestros días.

Veamos un par de ejemplos: programar partidos de fútbol en horas de la tarde, con uno de los peores inviernos de los últimos años y con una rayería que da miedo, la UNAFUT avala la programación de encuentros a las 3, 4 ó 5 de la tarde, los únicos que van son los equipos, árbitros y prensa, porque ni los más fieles seguidores se arriesgan a mojarse.

A esto sumémosle la rayería que acompaña al 95% de los aguaceros, para muestra un botón: el sábado pasado se suspendió el partido Saprissa- Cartago porque un rayo cayó cerca del estadio e iluminó toda la cancha, poniendo en peligro la vida de quienes se encontraban en el campo de juego (futbolistas, réferis, junta bolas, periodistas y equipo técnico).

¿Tiene que resultar alguien herido o muerto por una descarga para que la UNAFUT use la cabeza y regrese a los horarios de las 11 am?..

Segundo ejemplo: programar eventos en la noche, el famoso partido de André Agassi se suspendió por la lluvia, de nuevo, sabiendo de antemano que el invierno iba a ser terrible, ¿por qué la organización no buscó hacerlo en la mañana?, montaron la cancha, las graderías, la gente compró su entrada y ni en submarino se podía ingresar al estadio.

Ejemplos de falta de "uso de cerebro" hay muchos, mañana sigo con otros, por el momento, ¿qué opinan de estos?