Estaba haciendo fila, detrás de mí
una muchacha (Fulana), quien saludó a Mengana que iba pasando por la acera, se
ponen a conversar, a decir que tienen rato de no verse:
Mengana: “tenemos tanto qué
hablar, ¿cuándo nos reunimos?”
Fulana: “vamos este sábado a
tomar café, ¿qué te parece?
Mengana: “uy no puedo, tengo un
compromiso con mi hermana”
Fulana: “bueno, entonces el otro
fin de semana”.
Mengana: “tampoco, tengo…”
Y así fueron como 10 minutos, en
resumen, Mengana tenía casi todo el mes ocupado, era imposible sacar un espacio
para irse a tomar un café, idea que fue de ella por cierto.
Es curioso como encontrás
personas así, nunca pero nunca pero nunca pueden, nunca tienen tiempo, nunca
tienen espacio en su agenda.
Hace como un año escribí dos
entradas que trataban una temática similar: “Tenemos que vernos”* y era lo
mismo que esta conversación: amistades o conocidos que simplemente no se ponían
de acuerdo para reunirse.
Yo soy de las personas bombetas
que le encanta hacer este tipo de reuniones, aunque últimamente me aburro
porque siempre es lo mismo “no puedo” y a veces ni siquiera te contestan el
mensaje, soy de las que me gusta avisar con tiempo porque hay compromisos que
uno adquiere con anticipación como un paseo (más cuando hay reservación), boda,
té o algo parecido.
Pero esa frase “no tengo tiempo”
o “mirá, no sé cómo está mi agenda”, sencillamente me dejan pensando, ¿en serio
no tenés tiempo?, digo el día tiene 24 horas, ¿de verdad no tenés tiempo?
“No sé cómo está mi agenda”, ni
que uno fuera político, artista o restaurante cinco estrellas para tenerla full
y en una época de adicción al celular, me parece tan raro que no se fijen en su
agenda para saber si tienen o no una cita con Obama o los Duques de Cambridge.
Me atrevo a decir que lo que no
hay es voluntad o ganas de ver a esa persona, y lo de la agenda se traduce en
“no tengo nada qué hacer pero no me quiero dar el taco que alguien se entere”.
Dejáte de medias tintas, es un
café o un almuerzo, si acaso serán dos horas o tres o más si la conversación se
pone buena, porque así como se saca tiempo para ver el celular, ir de compras,
asistir al desfile de polos, digo tope, o a la poladez de la luz, digo
Festival, se puede ir a tomar un café.
*http://ritacastrov.blogspot.com/2015/05/tenemos-que-vernos.html
http://ritacastrov.blogspot.com/2015/07/tenemos-que-vernos-parte-2.html
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