Hace unos tres meses asistí al estadio, tenía cinco años de
no ir a ver un partido, los niños insultaban a los jugadores del equipo
contrario, les decían “perras, puto, nica regalado, me %$W%$%·$% en tu madre”,
etc, etc, etc.
Una semana después Buen Día saca aquella famosa entrevista
donde se dijo que la mujer es sumisa y no tiene por qué tener la iniciativa,
¡quemen el 7, retrógradas, machistas, qué barbaridad!
Se pide pena de muerte y se califica como degenerado sexual
al tipo que el año pasado grabó a la muchacha en la Avenida Central, se rasgan
las vestiduras porque otro golpeó a una mujer en las cercanías del Calderón
Guardia.
El domingo en la madrugada hubo un tiroteo en Orlando, Florida,
todo el mundo de luto por el acto tan inhumano, por la muerte de hasta el
momento 49 personas, todos indignados por lo sucedido, por la intolerancia.
¡Pero!, resulta que en el estadio los adultos responsables
de esos menores de edad aplauden que el güila insulte al contrario, ¡eso
papito, esa es mi chiquita!, pero exigen castigo inmediato por el bullying en
las escuelas.
Al día siguiente de
la entrevista del 7 fue el partido de la Sele contra Jamaica y en el muro de
face de un amigo vi un post que compartí, decía que si usted estaba
indignadísimo por lo dicho en televisión pero iba al estadio a decir “perra,
parece una teta” y otras cosas más, no entiende qué es la igualdad.
Crucificamos al don del vídeo, una barbaridad que grabara el
trasero de la chica, pero nos reímos a carcajadas con la penosa situación que
vivió otra cuando su pantalón y ropa interior cedieron ante la fuerza de La
Tagada y quedó grabado.
Pedimos pena de muerte para quien golpeó a la muchacha, pero
casi se considera “héroe nacional” al sujeto que el domingo pasado insultó a la
Ministra de Justicia, ¡se lo merece, salada, vieja necia, para qué vea!,
apuntan los comentarios en los perfiles de los medios.
Nos indignamos por la matanza en Orlando a la afueras de un
club gay, pero hay una férrea oposición al matrimonio, aseguramiento de
parejas, adopción y demás derechos que los que gozan las parejas heterosexuales,
¡ah! , por supuesto, para insultar a un hombre se le dice “playo, marica,
delicadito, plátano, nica, paisa”, ¿desde cuándo ser nicaragüense o gay es malo?
Si su argumento de defensa es “diay, la ministra se lo
merece, ¿para qué suelta ladrones?”, “al estadio uno va a vacilar”, o “hay
lugares muy peligrosos” como dijo un legislador, entonces siga alcahueteando el
irrespeto y la intolerancia, siga fomentado la idea de que el contrario es mi
enemigo y hay que agredirlo, y yo como no entiendo esa lógica solo digo
¡paren el mundo!
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