viernes, 12 de febrero de 2016

¡¡Ocupo novio!!!


Las mujeres hemos avanzado mucho: podemos votar, ir a la universidad, acceder a puestos de poder, educarnos en distintas áreas, ser lo que queramos, ¡pero!, sigue presente en nuestra sociedad el pensamiento que somos incompletas a menos que tengamos un hombre a la par, no una mujer, porque el cielo nos ampare de semejante cataclismo, sino un macho, varón, masculino.

Desde pequeñas nos dicen que somos princesas y lindas, nada más, que tenemos que aprender a lavar, planchar, cocinar y coser para poder casarnos, para poder atender a nuestro esposo, hijos y casa, no importa que una decida trabajar fuera, su deber es llegar y aunque esté cansada y el hogar lleno de personas, es nuestro deber hacer los oficios domésticos, como toda una señora.

Pero antes, hay que encontrar a ese hombre que atender, ese novio, ese príncipe que me rescatará de mi soledad, porque también nos han dicho que una mujer jamás debe salir sola, estar sola es malo, es feo, no se ve bien, da la impresión que nadie te quiere, siempre, siempre hay que estar acompañada y ojalá de un hombre para que no piensen mal.

¡Busco novio!, es la consigna de muchas mujeres jóvenes y profesionales que expresan “es que ocupo un novio, ya me aburrí, ¡uy no, cómo se le ocurre que voy a salir sola!, estoy a un paso de hacerme monja, necesito alguien que me saque a pasear, presentame a un amiguito”, ocupo novio, la sociedad me dijo que soy incapaz de hacer algo por mí misma, como irme de paseo, por eso ocupo novio.

 ¿Y para qué lo quiero, para atenderlo como la niña buena y educada que soy, para que sea mi sombra las 24 horas del día, me mantengan o satisfaga mis necesidades físicas?, ¿lo quiero para que me rescate de mi aburrida vida o para que sea mi chofer y caja chica?

¡Busco novio!, ¿pero dónde lo puedo buscar?, tal vez en una fiesta o en un bar, ¡no! nunca en un bar porque las señoritas no salen solas y menos a un bar, eso es malo; ¿redes sociales?, ¡no!, ahí solo locos, infieles y asesinos en serie, además, ¡qué bañazo que alguien se entere, qué feo el qué dirán!.

Mejor le pido a un amigo que me presente a alguien, porque qué horror presentarme yo; también he escuchado que algunos lugares imparten talleres de cómo encontrar iluminación divina para identificar a esa media naranja; claro, después vienen las lecciones de lavado, planchado, cocinado y costura.

¡Busco novio!, sí, porque solo así, con un hombre a la par, cumpliré el sueño de la sociedad y el papel para el que nací: atenderlo, cocinar todo sus platos favoritos, coser sus botones, hacer sus ruedos, limpiar sus zapatos.

Y mi novio también tiene que cumplir su parte: ser mi sombra, mi proveedor de dinero, el celoso que no deja que nadie me hable, el que manda y que planea, ya que yo solo obedezco.
Busco novio, quiero novio, necesito novio porque así lo manda la sociedad.

PD: y si no querés novio, ni marido, hijos, no vas a los talleres de media naranja, ni sabés o no te gustan los oficios domésticos, quedate callada, porque las demás se ofenden, te miran como bicho raro, te gritan y dejan de ser tus amiguis.


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