miércoles, 28 de octubre de 2015

El santo teléfono celular

Tiene razón el Ministerio de Educación Pública (MEP) en impedir que los docentes le quiten los celulares a los estudiantes, ¡pobres criaturas!, los incomunicarán del mundo exterior, de sus padres, abuelitos, tíos, primos, amigos y demás familiares.  *

Es que tener el celular en la mano es pero vital, ya lo usamos para todo: de apoyo en los exámenes cuando no entendemos una pregunta o estamos confundidos con la respuesta, nos indica el estado de las aceras o si es seguro o no cruzar la calle y hasta tiene la capacidad de frenar el carro que está a punto de atropellarnos.

Sí, es importantísimo, no entiendo cómo hay empresas que prohíben su uso a sus empleados, o los bancos a sus clientes, recuerdo una vez en una agencia a un señor gritándole al guarda que tenía que contestar la llamada porque si no corría el riesgo de perder millones de colones, ¡pobre hombre!, se iba a quedar en la lipidia y todo por no responder el teléfono.

Me alegra que poco a poco las autoridades educativas comprendan que si no se usa el celular muchos corren el riesgo de sufrir un infarto fulminante y los padres de familia entrarán en crisis por no localizar de inmediato a sus retoños, ojalá los de Tránsito también lo entendieran porque sino reviso mis redes sociales o mando mensajes entonces ahí sí  puedo causar un accidente, ya que es más importante decir “voy para allá” o informar el estado del tránsito que manejar con cuidado.

Sí señores, el teléfono celular ocupa el lugar del corazón, el cerebro o los pulmones, cumple la misma función que el oxígeno, sin él, no somos nada, solo personas que caminan por la calle y se fijan al cruzar, conductores que se concentran al manejar, estudiantes que ponen atención en clase y hacen sus exámenes o seres humanos que interactuamos cara a cara con otros y ¡qué aburrido eso!

¡Gracias sagrado teléfono celular por existir!




*http://www.nacion.com/nacional/educacion/MEP-prohibe-profesores-celulares-alumnos_0_1506049404.htm
http://www.teletica.com/Estilo-de-Vida/99958-Alcances-de-la-medida-del-MEP-que-prohibe-a-profesiones-quitar-celulares-en-las-aulas-.note.aspx


sábado, 17 de octubre de 2015

El deber de un buen novio

Una vez mi ex novio y yo estábamos invitados a una fiesta, ese día él tuvo que salir de gira, así que yo fui, aquello causó asombro y molestia en dos amigas: “un buen novio, por más cansado que esté, viene, ¡qué pareja más rara son ustedes!, ¿cómo permitís vos eso?”, manifestó una de ellas.

En otra ocasión estaba con un grupo de  damas y con los pelos de punta  las escuchaba decir: “es que el deber del hombre es pagarte el manicure, la depilación, las salidas, llevarte a todo lado y por supuesto, estar siempre a la par, eso de salir con los amigos es puro cuento para portarse mal”.

Como lo mencioné, me enfermé de oír a mujeres inteligentes y profesionales con semejante discurso de la era victoriana, así que le conté a un amigo: “creo que ya sé por qué tengo tanto tiempo soltera, es que yo no estoy de acuerdo con nada de lo que dijeron”; él  me respondió: “pues somos dos mi chiquita, porque yo tampoco, hay que ser muy maje para eso”.

Casi siempre escucho a muchachas quejarse de que se topan con mentirosos e infieles, que no encuentran a nadie a su altura, ninguno quiere una relación seria, pero, ¿qué pasa cuando expresás estas ideas?, ¿qué caballero en sus cinco sentidos, por más que una mujer le guste, se convierte en esclavo y caja chica?

Nosotras seguimos luchando por una igualdad de género, hemos ganado muchas batallas, tenemos mujeres jefes de Estado y en el gabinete hay ministras y presidentas ejecutivas sumamente preparadas; pero toparse féminas con este pensamiento cavernícola es aterrador, obvio que ningún hombre se acerca.

¿Por qué seguimos creyendo en el príncipe conquistador, resuelve problemas y cajero automático?.. Es decir, si yo me quiero pintar las uñas o teñirme el cabello, lo saco de mi salario; si mi pareja quiere ir a jugar fútbol o tomarse unas cervezas con sus amigos o compañeros de trabajo, ¡qué lo haga!, yo no soy la mamá para estarle cambiando las mantillas ni voy a estar hipervigilante revisando el GPS de su celular para saber su localización exacta y si salgo sin su compañía ya sea porque tiene otros planes, se encuentra indispuesto o la ocasión lo amerita, no pasa nada ni tengo que llamarlo cada 10 segundos.


Si queremos un cambio, empecemos por nuestro discurso, dejemos no solo ese papel de princesa inútil en espera del valiente monarca en caballo blanco, también el de locas/exigentes/desconfiadas hasta de su sombra y comportémonos como seres pensantes, independientes y empoderadas de nuestros destinos.

lunes, 12 de octubre de 2015

¡Piedad, metí la pata!




En redes sociales, principalmente facebook, nos convertimos en todólogos, jueces y pelotón de fusilamiento, somos buenísimos para decir burradas hirientes, porque ni siquiera son comentarios con algo de sentido común, sino puras tonteras escritas con el hígado, las cuales demuestran la clase de corazón que se tiene, si es que se tiene.

Sí, todos somos buenos para atacar y juzgar, para pedir cabezas, pero, ¿qué pasa cuando fui yo o alguien cercano quién metió la pata?, ahí sí imploramos de rodillas clemencia. Margarita Durán lo señaló muy bien en su artículo de Tinta Fresca titulado “Nosotros, los otros”, donde menciona dos temas: el caso de Justo Orozco y la mujer que lo denunció por abuso sexual y un vídeo con contenido sexual que circuló en la empresa en la que ella labora. [i]

Vimos otro ejemplo con el tema de las propiedades de Gerardo Vargas, jefe de fracción del Frente Amplio, el diputado tiene ocho fincas valoradas en ¢100 cada una y compañeros de partido, incluyendo al presidente, ex diputado y ex candidato presidencial José María Villalta defendieron el accionar de  Vargas y le echaron la culpa a la Municipalidad de Turrialba por no tener actualizada la información.[ii]

Sin embargo, hace tres años Villalta exigió la renuncia de Fernando Herrero, quien ocupaba el puesto de Ministro de Hacienda, por omisiones en declaraciones de la renta de empresas pertenecientes a su familia[iii]

“Está claro que él utiliza toda clase de matráfulas legales para evadir y encima, cuando se le pone en evidencia, dice que no conoce la ley y culpa a las municipalidades. ¡Es el colmo!”, expresó Villalta a CR hoy.[iv]

Sí, todos somos jueces y verdugos: circulan fotos de Marilyn Gamboa desnuda y la tachan de de facilita[v], un hombre comete el error de dejar a su hijo en el carro y es un asesino, fijo más de uno duda si en realidad Orozco trató de abusar de esta joven y “aseguran” que más bien ella sabía para dónde iban y quiere sacarle plata. Le exigimos a la muchacha del vídeo del acoso que denuncie, aún después del intento de homicidio en contra de su “ángel guardián”, algunos se atreven hasta a crear fotomontajes.

Sí, todos somos jueces y verdugos: todos tenemos algo que decir, todos sentenciamos, todos juzgamos, manifestamos “¿por qué no hizo tal cosa?, yo hubiese actuado diferente”, todos pedimos la pena de muerte, excepto cuando la bronca es nuestra o de alguien cercano.

“¿Por qué nos cuesta tanto ponernos en el lugar de los demás?”, dice Durán en su artículo,  “sólo tenemos o pedimos compasión cuando se trata de nosotros mismos o de un ser querido y cuando vivimos o vemos el dolor causado más de cerca. En ese caso es muy fácil identificar a los agresores: son los otros, esos que actúan, juzgan y comparten, esos, los cabrones.

Pero al ver las fotos o el video, al difundirlos, al cuestionar la inocencia de la víctima, los cabrones somos nosotros”.

Así que cuidado al tirar la piedra, no vaya a ser que se le devuelva.




miércoles, 7 de octubre de 2015

La bendita maña de inventar

Una noche esperaba el bus para ir a mi casa, eran tal vez las 7:30 pm, quienes estábamos en la parada escuchamos un zumbido y al momento  un golpe: una motocicleta viajaba a alta velocidad y chocó con un carro.

Un segundo después llegó mi bus y me subí, fui la única persona de las que estaban ahí que lo hizo, de inmediato los pasajeros empezaron a preguntarse entre ellos qué pasó: “pegó una moto”, dijo uno; “parece que la muchacha está embarazada”, manifestó otro, esto provocó aún más curiosidad, uno expresó que sí lo estaba, otro por allá aseguró que tenía tres meses y comenzaron a contar con lujo de detalles lo que según ellos ocurrió.

Yo escuchaba sorprendida, era increíble cómo personas que no estuvieron en el lugar del accidente, que viajaban en un autobús que arribó  un o dos segundos después del choque  sabían perfectamente lo que sucedió y conocían del supuesto embarazo de la accidentada.

Y esto de los inventos es tan pero tan normal en nuestra sociedad que apenas pasa algo ya circulan en redes sociales distintas versiones, como el cierre de Burguer King*: la culpa es del gobierno, esas son excusas de la casa matriz para no pagar más, la gente está comiendo más sano,   son consecuencias del TLC con Estados Unidos, etc, etc, etc.

Sí, como periodista sé que al darse un evento uno tiene una información preliminar y conforme avanza el tiempo se recolectan más datos y ojo, en ocasiones ni se sabe a ciencia cierta qué pasó ya que todos tenemos nuestra versión de los hechos.

Tengamos un poco de sensatez al hablar, dejemos de especular, investiguemos antes de expresar una opinión, no vaya a ser que nos metamos en un problema grave.

*http://www.crhoy.com/burger-king-cierra-operaciones-400-quedan-sin-empleo/




http://www.elmundo.cr/costarica/burger-king-anuncia-cierre-de-operaciones-en-costa-rica-a-partir-de-hoy/

sábado, 3 de octubre de 2015

¿Por qué ya no nos vemos? (tercera parte)

Escribía la tercera de “Tenemos que vernos”*, creo que ya estaba por la mitad cuando una compañera me pasó este texto y con el permiso de su autora lo comparto:

“Leí las dos entradas de Tenemos que vernos y me identifiqué con ellas, yo siempre soy la bombetina de la familia, del grupo de amigos y del trabajo, paso planeando salidas, la verdad me gusta, algunos dicen que soy la “organizadora oficial”.

Es increíble lo que cuesta encontrar una fecha, todo el mundo siempre tiene algo que hacer, la agenda está apretadísima; con mi familia opto por una casa que tenga campo y que cada quien lleve lo de tomar y comer, igual compramos por aquello, porque nadie está a dieta, mejor que sobre que no que falte.

Con los amigos es similar, solo que hay un detalle: hace un par de años se armaba un grupo grandecito, “¡qué poder el tuyo de convocatoria!” me dijo una amiga una vez; pero con el pasar del tiempo ese “poder” fue “perdiendo fuerza” y me explico: antes mandaba un mensaje o montaba un evento en facebook (tampoco nada elaborado), 10 personas se apuntaban y llegaban más, ahora ya no, la mayoría están ocupados con cosas del trabajo, de sus parejas o simplemente no contestan, si acaso llegamos cinco.

Siempre están las críticas del lugar “muy caro, muy fino, muy feo”, nunca falta quien dice ‘¡uy qué lindo verlos chiquillos,  inviten más personas!’, arma el alboroto y ni se aparece.

A veces me pregunto qué pasó, por qué un grupo que era tan unido ahora cuesta qué se reúna; aunque tengo que admitir que  yo también me he alejado de algunas personas, antes salía con antiguas amistades, ex compañeros de escuela, del colegio o incluso de la pastoral,  y pasamos de hablar cosas de trabajo, de recuerdos o de la vida en sí a dos temas de conversación: los hombres hablan de sus esposas (los recién casados con amor, los otros, con algo de pereza) y de fútbol (¡oh santa patadera de bola!), y las mujeres de sus maridos, hijos, cómo cocinar el arroz, el horario de estudio de los chiquitos, las comidas, tareas del kínder, abortos espontáneos o si el caballero seguirá funcionando después de la vasectomía.

¡Dios mío!, ¿cómo hablás de eso en una mesa de tragos?, ¿cuándo dejaste de ser una persona inteligente, vivaz, alegre y bromista para convertirte en un aburrido de la vida o en Bree Van de Kamp?, entonces dejé de frecuentarlos, yo soltera y sin hijos nada tengo que aportar a las tareas de inglés y menos al desempeño del sujeto en la cama, te confieso, me dormía escuchando esas conversaciones tan entretenidas.

De igual forma, algunas “amistades” felizmente casadas como que me hicieron a un lado, no sé si es que prefieren frecuentar solo parejas, si consideran a una mujer soltera poca cosa o simplemente, ya no soy persona de interés.

La vida nos lleva a todos por caminos distintos, lo sé, los intereses cambian y en sus trayectos aparecen quienes los complementan y les dan algo que una como amiga no puede.

Cambia todo cambia, reza la canción, es un hecho de la vida y tal vez esa sea la respuesta…
Atentamente: Carmencita”

Ahora yo te pregunto, ¿por qué ya no te ves con tus amigos?, ¿por qué ya no nos vemos?