viernes, 13 de febrero de 2015

Soltero, no solterón

"Al igual que el matrimonio, ser soltero también es una vocación, yo no sé por qué discriminamos tanto a los solteros", estas fueron las palabras dichas por Fray Jorge Dobles hace casi un mes en la boda de unos amigos y la verdad me gustaron...

Nos educaron para casarnos, a las mujeres nos dijeron que hay que llegar vírgenes al matrimonio y ponerse un vestido blanco, que la boda es el día más feliz de nuestras vidas y un montón de tonteras más.

A los hombres los programaron para ser los "machos" alfa, los protectores, el experto en el sexo y proveedor de dinero.

Ser soltero, bueno, en el caso de nosotras, es malo, una mujer soltera de cierta edad es porque no encontró quien la quisiera, "la dejó el tren" dicen por ahí; en el hombre es sinónimo de que le tiene miedo al compromiso pero le aplauden el ser un "soltero empedernido".

Concuerdo con lo dicho con Fray Jorge, la soltería es una vocación: así como dos personas deciden unir sus vidas en matrimonio, habrá a quienes no les importa o molesta seguir con su proyecto de vida sin la presencia de una pareja, o en este caso de un cónyuge. Asimismo, habrá parejas que construyen planes juntos sin necesidad de firmar un papel y están igual de comprometidos como aquellos que sí estamparon su firma en el acta matrimonial.

Sí, la soltería es una vocación y como tal, merece todo el respeto y el mismo empieza por uno mismo, así que si estás soltero, dejá de decirte "solterón"; si tenés una pareja amiga que ni por la mente les pasa el matrimonio, ahorrate el "¿cuándo comemos queque?".

Además, dicen que "la mejor manera de ser feliz con alguien es aprender a ser feliz solo, así la compañía es una cuestión de elección y no de necesidad"

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