Recuerdo
que el 1 de enero en la madrugada veía el juego de pólvora, le decía feliz año
a los vecinos y me reía viendo a los del frente dando vueltas a la cuadra con
la maleta en la mano.
Esa
primera mañana del año fue muy linda y diferente, ya que el burbujo y yo compartimos
con los vecinos y sus familias.
Y
apenas nos estábamos acomodando al 2020, cuando la Covid-19 nos vino a cambiar
los planes a todos, de repente nos tuvimos que encerrar, dejar de ver a nuestra
familia y amigos, aprendimos el término burbuja social.
Poco
a poco comenzamos a ver las consecuencias de un virus que se apoderó de toda
nuestra rutina: unos fueron cesados de sus trabajos, a otros les redujeron el
salario, más de uno fue a parar a trabajar a la casa sin siquiera tener un
espacio adecuado.
Dejamos
de ver a unos, pero pasamos a convivir 24/7 con otros. Planes de viajes, compra
de carro, casa, boda, graduación quedaron postergados.
¿Qué
me enseñó este 2020?, primera lección y dura, que no todo está escrito en
piedra, cosa complicada que una freak del control como yo en-tien-da. Me enseñó
a apreciar muchísimo más un abrazo, la cercanía, los momentos en
familia, con los amigos. Que no está mal ahorrar (bueno, aunque yo soy devota
de la virgen del codo).
A
darle gracias a Dios más que nunca, porque no solo tengo salud, un techo y
comida, también mi familia está completa.
¿Y
a vos, qué te enseñó este 2020?
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