Como periodista titulada me ha tocado entrevistar a
varios políticos, recuerdo que uno de ellos me dijo “nosotros siempre seremos culpables
sin juicio, todo lo que hagamos estará mal”, esa frase se me quedó muy grabada.
Desde que tengo memoria recuerdo “conversaciones” en
donde las personas simplemente despotrican: “es que fulano es un ladrón,
corrupto, vago, claro por eso busca la muni (diputación, presidencia, lo que
sea)”, estar en un puesto público no es sencillo, menos con cuatro millones de
todólogos expertos con estudios en las mejores universidades del mundo y
millones de millones de títulos.
El año pasado la Ministra de Justicia Cecilia Sánchez
anunció la liberación de varios privados de libertad, automáticamente se
convirtió en la villana de una sociedad que primero es machista; segundo, no
tolera ver a una mujer en un puesto de autoridad; tercero, todo lo critica
porque es perfecta y ellos sí tienen la solución, ellos sí saben.
Sánchez lidia con el tema de las cárceles, hace poco
contó que recibió amenazas de muerte y violación, ya una vez un medio reseñó el
“enfrentamiento” entre ella y un caballero por el tema de la liberación de
privados de libertad.
Ahora vuelve a serlo, otro “hombre” le mandó un
mensaje privado en dónde pide que ojalá le pase eso a ella y a su familia, los
dañen a todos y otras perlas más (http://www.laprensalibre.cr/Noticias/detalle/100137/joven-llama-a-ministra-de-justicia:-pellejo-andante,-momificada)
Asumo que este señor es un experto en materia
judicial, legal, toda una autoridad en materia carcelaria y que en su casa le
enseñaron que así se dirige no solamente a una mujer, sino a una Ministra de
Estado.
Por default
el político (ministro, presidente, diputado, alcalde, etc) es mi enemigo, es un
delincuente y yo tengo todo el “derecho” de expresarme de él con lo peor de mi
léxico.
En diciembre José María Figueres publicó un vídeo en
Facebook donde entre otras cosas mencionó que hay gente que lo trata de
hijueputa, unas seis personas interpusieron recursos de amparo por semejante
atrevimiento, pregunto: ¿qué pasaría si él o cualquier otro político, amparado
por el Estado de Derecho, denuncie a quiénes lo llaman ladrón o corrupto?,
porque los están acusando de un delito, eso se llama calumnia, ¿tendrán pruebas
que respalden su berrinche, digo acusación?
Sinceramente señores, ¿la figura política es mi
enemiga por qué?, ¿no me hace caso, no hace lo que yo quiero, lo escogieron a
él o ella y no a mí?..
Ver estas expresiones da lástima, me parece que el
tico puede ser más educado y sobre todo maduro, si usted no está de acuerdo con
alguna directriz nada pasa, si usted cree que el ministro se la está “pelando”,
perfecto, imagino que usted sí tiene la solución mágica.
Nos encanta
hacer juicios y quemar a los “enemigos” en la hoguera digital, pero
cuidado, no vaya ser que un día nos toque responder ante un tribunal.
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