Puede que le parezca argumento de
novela, de “Mujer, casos de la vida real”, la “Rosa de Guadalupe” o el programa
cursi que se le venga a la mente; puede que al leerlo piense que es un invento,
pero no, es verídico, es la historia de una mujer que estuvo a un paso de caer
en las garras de un sociópata mentiroso y lo más triste de esto es que muchas
han sido víctimas de estos mentirosos profesionales.
Por razones de seguridad ella
solicitó el anonimato y no la culpo, unos dirán “pobre”, otros “¡qué mentira!”,
mientras algunas expresarán “yo pasé por lo mismo”:
“Hace unos dos años lo conocí en
una actividad de trabajo, me parecía un muchacho simpático, decente,
caballeroso, nada guapo, te soy sincera, como que tuvimos química, pero aún así
algo no me terminaba de cuadrar. Comenzamos a hablar, había muchos temas en
común, me contaba que es de padres ticos pero nacido en el extranjero, egresado
de una universidad aquí del país y trabajaba para una transnacional, por eso le
tocaba viajar mucho y justo en ese momento, le habían comunicado que tenía que
ir a Alemania.
Como el viaje aún estaba largo
salimos, creo que unas cuatro o cinco veces, no voy a negar que hubo un par de
besos pero igual algo seguía sin gustarme, el hombre todo un caballero, no escatimaba
en gastos, le gustaban los lugares elegantes y no me dejaba pagar mi parte de
la cuenta, toda una novedad para mí porque estoy acostumbrada a correr con mis
gastos.
El asunto es que se fue
para Alemania y nos seguíamos comunicado por Messenger y WhatsApp, me decía que
era una lástima que no hubo algo más entre nosotros, que estaba muy enamorado
de mí, que ojalá llegásemos a formar una familia, porque su deseo es casarse y
tener hijos.
Bueno, conversábamos, intercambiábamos
correos, obvio que yo seguí mi vida, lo veía como un amigo, la verdad un gran
apoyo, en una ocasión tuvimos un pleito porque él quería que le mandara unas
fotos ‘bonitas’ y yo me negué, entonces me dijo que si no era yo había otra
chica que sí estaba dispuesta y como ese día yo andaba de malas pues alguna
grosería le contesté y cortamos la comunicación como por unos cinco meses,
hasta que otra vez retomamos los correos y mensajes.
Yo empecé a salir con alguien,
como era mi amigo se lo conté y claro, no le hizo mucha gracia, hablábamos del
trabajo, del estudio, la familia, de sus viajes, etc; seguía diciéndome que
sentía algo por mí, si mi relación era seria y que estaba planeando un viaje a
Costa Rica, que ojalá nos viéramos y que si podría pasar algo más entre
nosotros, a lo que le contesté sinceramente que ni idea.
Notaba que era muy insistente con
ese temita, parecía carajillo de 15, ya aburría y varias veces le hice ver que me sentía presionada; repetía lo de su anhelo de tener una familia propia,
tiene 41, entonces manifestaba que su tiempo se agotaba, ahí me di cuenta que
no solo a las mujeres les aterra el reloj biológico y les da miedo quedarse
“para vestir santos” y sin hijos.
Te soy sincera, a mi la
maternidad no se me da, así que de nuevo me sentía incómoda con esa necedad.
Incluso me contó que una amiga le pidió tener juntos un bebé, le expresé que esa era su oportunidad de cumplir
ese sueño, pero él no quería ser un simple donador de esperma, quería
matrimonio y toda la cosa, como ven, aparentaba ser muy formal.
Un día me llegó un correo de él,
pero no reconocí el asunto, cuando me pongo a leerlo, ¿y acaso era para mí?, era
para una amiga/casi novia, ¡yo estaba en shock!, sus conversaciones eran una
copia al carbón de las nuestras: las ganas de ser padre, de que sentía solo y
un tanto urgido, las famosas fotos para motivarse y el cuento de la amiga, solo
que esta pobre criatura sí reaccionó indignada, hasta le reclamó por eso y le
preguntó si esa famosa muchacha sabía de su existencia, ¡ah pecado!
Yo me reí, me reí y me reí,
gracias a Dios estaba sola en la oficina porque eran carcajadas, leí y releí el
mail, luego le escribí que estaba dolida, lo creía un amigo, un caballero, no
entendía cómo decía sentir amor por mí cuando también pulseaba a otra.
Por supuesto él lo negó todo y en
su “defensa” indicó que me mandó el correo para que yo viera que era ella quien
le pedía un hijo, como buen sociópata mentiroso, la culpa la tiene otro, menos él.
Pensé por un momento en mandarle
copia oculta a ella, pero ¿para qué?: no teníamos una relación sentimental ni
ocasional, solo amigos, bueno, al menos eso creía yo, actualmente salgo con
alguien, ¿y me voy a comprar una bronca con otra por un tipo que no vale la
pena?
Imagino que algunos dirán que
esto es mentira, pero vos viste los correos y mensajes, y lo más triste es que
esta historia se repite en muchas mujeres, damas que han sido presas de
mentirosos, porque una cosa es que te sean infiel, pero otra es darte cuenta
que sos la segunda o tercera en la lista y con la mismitica historia.
Con razón los datos que había
averiguado de él no me coincidían: el carajo aparece registrado aquí, no en el
extranjero; pero, como era solo una amistad, no le tomé importancia.
Señoritas, si ustedes tienen un
“amigo” que les dice machilla, quiere tener “bb” o devorar, les digo una frase
de un anuncio que salió hace muchos años y que recuerdo era acerca de seguridad
personal: ¡ojo, mucho ojo, qué no la engañen!
A quienes han pasado por esta situación,
es un trago amargo, pero se supera, no es culpa de ustedes, estos carajos son
tan hábiles que Hollywood y Criminals Minds se les quedan atrás; tengan un
poquito de malicia, no se vayan de buenas a primeras.
Puede que algunos se pregunten
‘bueno, si en realidad eran solo amigos, ¿por qué tanto alboroto?’, porque una
persona tan falsa no merece ese título, porque ni idea si los consejos que me
daba eran sinceros y si mintió al
explicarme que esa pobre criatura es quien le pide un hijo, al rato y dice que
yo lo acoso y lo quiero de semental.
No, esto no es un invento, es una
historia de la vida real.”
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