lunes, 12 de enero de 2015

El terrible deporte de la crítica negativa

- "¿Pero cuál es el número del 911?",  preguntaba angustiada y en shock una noche una de mis vecinas, el papá golpeaba a la mamá y mientras alguien intervenía, ella trataba de llamar a la policía pero en su estado de nervios no se acordaba que el 911 es el número de emergencias.

Si la noticia del incidente lo hubiera publicado algún medio y la frase de ella se hubiese reproducido tal cual, de 20 personas que comentan, casi casi me atrevo a asegurar que 18 hubiesen despotricado en contra de la pobre criatura: "oh tonta, si ella solita se estaba dando la respuesta", sería la tónica y es que ese es uno de los deportes favoritos del ser humano en general: criticar a otros.

Es muy fácil hablar cuando ya pasó el asunto, es sencillo dar respuestas con la cabeza fría, opinar cuando uno no es el protagonista y es que además de emitir un señalamiento, algunas personas vomitan sapos y culebras y escriben palabras tan hirientes que a cualquiera se le para la peluca de lo negra que tienen el alma. Como ejemplo les dejo el link de la entrevista que le realizaron a una colega con motivo de una situación que vivió con su hija, ojo a los "aportes": http://www.crhoy.com/40-minutos-de-eternidad-confesiones-de-una-madre-que-dejo-a-su-hija-encerrada-entre-el-carro-u6l7x/

Yo creo que todos tenemos un conocido que es la perfección andante: "eso yo lo hubiera hecho distinto, mirá así no se hace, si yo hubiera sabido lo hago de tal forma, es que a mí siempre me salen las cosas bien" y uno con ganas de ahorcarlo.

Conectemos la lengua con el cerebro, si tenemos una posible solución o una palabra de aliento adelante, pero si vamos a herir o decir idioteces,  calladito más bonito. Por supuesto, si algo no nos  gusta podemos decirlo, pero  de forma educada.

Criticar negativamente es un terrible deporte, mejor practiquemos otros más lindos, ¿no les parece?

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