domingo, 30 de diciembre de 2018

Mi 2018





“¡Este año sí que he llorado!”, dije un día de agosto secándome las lágrimas… si hay una palabra para describir mi 2018 sería “emocional” y es que curiosamente las famosas pintas de enero se cumplieron, así que sea creencia tiene algo de cierto.

El repaso comienza justo en enero, cuando me tocó tomar la decisión de volar del nido e irme a vivir con mi cómplice de vida, siempre he sido una mujer independiente y me he costeado mis gastos, pero esta vez sí tuve que emplearme a fondo, en especial con ciertas tareas como las domésticas, las cuales odio.

Cuando me estaba acomodando, abril me recibió de la peor manera con la muerte de mi tía Yamileth, una despedida para la cual no estaba lista y me tocó apechugar, ahí comencé con mi lloradera, la cual me duró como mes y medio, entré como en una especie de depresión que por todo discutía, por todo me enojaba, por todo lloraba.

El momento tierno y que me hizo llorar de felicidad fue mayo, en mi cumpleaños cuando Luis planeó una fiesta sorpresa y aunque hizo un buen trabajo manteniéndola en secreto, mi radar la detectó, gracias amor por tan lindo detalle.

Al mes siguiente se me presentó la oportunidad de integrarme de forma temporal a un proyecto laboral, tuve que volver a acomodarme a la rutina de una oficina, a madrugar, estar metida en presas y ahora sí, llegar a la casa a cocinar, todo eso me costó un mundo y en ocasiones me puse llorar del cansancio y del mismo estrés.

Agosto fue el mes cumbre, ya que asistí a un retiro el cual fue todo un reto a nivel emocional, enfrentarme con mis miedos, mis secretos y soltar, dejar ir una cruz que cargué por cuatro años y que me estaba carcomiendo.

Setiembre fue intenso a nivel laboral, ya que junto a un extraordinario equipo de compañeros enfrenté uno de los retos labores más grandes de mi carrera: la Semana de la Comunicación, creo que fue la primera vez que trabajé en equipo, aprendí, cometí errores, lloré y lo logré, eso sí, no tengo ganas de organizar pero ni un rezo del Niño.

¿Y octubre, noviembre y lo que llevamos de diciembre?... acomodarme a la nueva rutina.

¿Qué te puedo decir 2018?, me quebraste, sacaste lo mejor, lo peor y lo que nadie quiere ver, así que gracias, gracias por todas las lecciones, los recuerdos y las experiencias… suena bien corriente y polo, pero venga 2019, porque… this girl is on fire!!!

domingo, 13 de mayo de 2018

El premio ¿qué no fue premio?







Este tema asunto de Jonathan Mauri y el premio Claudia Poll me encanta, demasiado que analizar, mucho que leer, ahora, estamos claros que esto es una OPINIÓN y que como siempre, a veces le hago de abogado del Diablo.

Ok, vamos por partes: el momento en que salió la noticia fue perfecto para la crisis,  ya el Gobierno de Solís estaba terminando y la Selección de Fútbol No vidente corría para reunir el dinero para asistir al mundial de España, entonces se juntó el hambre con la ganas de comer… hermano de una entonces ministra de Deportes obtuvo una suma de dinero astronómica (perdón, pero no tengo idea de cuántos ceros son) gracias a un pleito en los tribunales.

Mauri, a quien yo no le conozco su trayectoria como nadador, se postuló para el premio en 2010, cuatro años antes que el PAC ganara las elecciones, y como no fue escogido, metió un recurso y luego de varios años lo ganó.

La redacción del texto es bastante escueta: “... se otorgará cada dos años, como una condecoración que el Estado ofrece a los deportistas costarricenses, que durante los dos años anteriores a su otorgamiento, hayan merecido títulos o medallas en juegos olímpicos, torneos o campeonatos mundiales, previamente reconocidos por el Consejo Nacional de Deportes”, se lee en el artículo 6 del reglamento de la ley.

Claro, era 1997, teníamos la medalla de plata de Silvia Poll en Seúl 88, el triunfo de la Selección Mayor de Fútbol en Italia 90 y en el 96, Claudia Poll ganó la medalla de oro en Atlanta, ¡puta llorada!, era mucha la distancia entre hazañas deportivas.


A  mi me surgen varias dudas, la primera es por qué le negaron el premio a Mauri, qué argumentos presentó para que los jueces le dieran la razón, por qué la Procuraduría no hizo el descargo, ya que según investigaciones de medios el ICODER envió el expediente, por qué no se llamó al entonces jurado para que explicara su fallo.

En mi caso me desconcierta que ganara el premio en los tribunales, pero seamos sinceros, ¿acaso ustedes no harían lo mismo, no buscarían cómo joder a papá Estado?, el servicio de cable e internet falla por 10 segundos y pido una rebaja en el recibo, si tengo la oportunidad de pelear una platica, ¿no lo haría?

Yo escribí en una publicación de Facebook que el actuar de Mauri me parece una pataleta y lo sostengo, se supone que el deporte te enseña a ser ético, acudir a los tribunales para que me den un premio que me negaron no me lo parece, por lo menos a mí.

No considero que fuera un acto de corrupción de la administración Solís ya que todo sucedió antes que ganaran las elecciones y la razón la dio el Poder Judicial, pero sí considero una soberanísima metida de patas organizar una ceremonia, convocar prensa y que la entonces jerarca de Deportes Carolina Mauri estuviera a la par de su hermano, ella dijo que lo hizo a título personal, pero hello, no era la graduación de la Universidad, era la entrega de una bomba de tiempo.

El colega Antonio Alfaro de La Nación planteó en una columna una pregunta muy interesante, ¿por qué nadie arremetió contra Claudia Poll por haber recibido el premio que lleva su nombre?, los comentarios no se hicieron esperar, casi que lo queman vivo por comparar a Poll con Mauri, sí, ella es más mediática, es orgullo nacional, una ve el video de la competencia y está a moco tendido, hasta ese momento a Mauri solo la familia lo conocía.

Lo mismo con el premio que recibieron los jugadores de la Sele de Italia: una placa de taxi, bien del Estado y un carro, igual nadie los criticó, nadie los critica, al igual que las hermanas Poll, ellos nos llevaron a la locura nacional.

Que las autoridades investiguen, que se sienten responsabilidades, pero que se apoye de verdad al deportista y ojalá desde Juegos Nacionales, en las zonas alejadas hay atletas que hacen rifas para completer la plata del uniforme o de los pasajes.

Sí, yo en lo personal no creo que Mauri merezca el premio, para mi fue berrinche, pero, si yo estuviera en su lugar, ¿hubiera hecho lo mismo y reclamo lo que según yo considero justo?

domingo, 8 de abril de 2018

Cuando toca despedir


Nunca he sido buena para las despedidas, no me gusta perder, no me gusta que se vayan, no me gusta que me dejen, en especial mis seres queridos.
En estos años he sufrido tres despedidas fuertes y mientras la mayoría del país estaba pendiente de los resultados de las elecciones, yo veía NCIS Los Ángeles y escribía.

Jueves 1 de diciembre de 2011

Mi primera despedida en época adulta fue mi abuela Nelly, la viejita, como le decíamos de cariño, dijo que ella moría en su cama y en su casa y así fue. Los doctores nos sugirieron que tuviéramos todo listo, cuando mami iba al cuarto a saludarla en la mañana, yo estaba con un ojo abierto y otro cerrado, la escuchaba contestar y yo me dormía tranquila.
El día antes de su partida noté un comportamiento raro en Missy y Toby: Missy entraba al cuarto, le movía la cola y salía, no se subía a la cama como era su costumbre, Toby se quedaba en el pasillo.
Mami todavía estaba trabajando, entraba a las 8 am por lo que se levantaba a las 5:30 am, como era costumbre fue al cuarto y luego me llamó a gritos diciendo que no estaba respirando me levanté en una pieza y fui al cuarto a verificar el pulso, mami tenía razón.
Ahí fue cuando caí en la cuenta que siempre tiene que existir un plan de acción y alguien ser el mandón, bueno, esa fui yo: calmar a mami, llamar a los paramédicos, a la doctora, a mis primas, a mi hermano, donde mi papá que estaban muy pendientes, coordinar con la funeraria, recuerdo que el muchacho me preguntó “¿qué tipo de caja quiere?” y yo muy bella respondí “ay no sé, la primera que aparezca”.
La doctora llegó a examinarla, ya para ese momento yo medio me había bañado y tenía cuatro tazas de café en el organismo con un medio desayuno, mami quería saber si la ayudaba a vestirla y respondí “no mamita, alguien tiene que mantenerse cuerdo”.
Ver un féretro en la sala de tu casa es una pesadilla, después que se la llevaron mi prima Candy prendió un cigarro y me dio uno, mi hermano Carlos me regañó por fumar, luego ellos con mami se fueron a seguir con los trámites, yo me puse a limpiar mi cuarto porque sencillamente ocupaba hacer algo, cuando doña María, quien nos ayudaba en la casa, se fue, yo seguí el consejo de Gina, otra de mis primas y entré al cuarto de la viejita a llorar, a hablarle, a decirle tantas cosas que se quedaron en el tapete.
El teléfono no paraba de sonar, consultaban si se iba a tener una buseta para ir al cementerio, ¡quién putas pregunta eso, ni que fuera Palmares!, no fui al velorio ni al funeral, sentía que era más útil en mi casa alistando la comida y de recepcionista.


Lunes 19 de setiembre de 2016

Eran las 12:30 pm cuando me monté al bus de Dulce Nombre, revisé mi celular y vi una notificación de mensaje de texto, de inmediato lo supe: mi abue Rel había muerto.
Siempre fue un hombre muy sano, las sardinas, el ajo y el hombre grande eran sus aliados, una vez me dijo: “cuando me muera, ahí mismo me entierran, si me muero a las 9, abren un hueco y ya, nada de velorio y funeral, bonita cosa de estarle dando café a la gente para que hablen de uno”.
Yo en ese momento trabajaba en un proyecto, mandé un correo contando la situación, llegué a mi casa, me senté en mi cama, prendí el tele y así estuve creo que como dos horas hasta que papi me avisó que ya estaban en la capilla de velación, ese día el Turrialba hizo fiesta y todo era gris, Carlos, papi y Carolina mi cuñada se pusieron a limpiar un poco, entré a saludar, sentía que me daba un ataque de claustrofobia y salí, no tenía fuerzas para estar adentro, llegaban a abrazarme, esos abrazos que se sienten hasta el alma, qué me decían no recuerdo, pero no hacía falta, el abrazo lo era todo.
Le pregunté a mi papa hasta qué hora se quedaban, él sacó unas llaves y me dice: “hasta la hora que queramos, vea donde me dieron las llaves” y yo duré 10 minutos riéndome, me hizo demasiada gracia.
Al día siguiente me alisté para irme al funeral, iba en el bus de Dulce y casi termino arrancando cabezas, por lo que en Moravia opté por un Uber, preferí quedarme en la casa barriendo y haciendo la comida, mi abue Sina estuvo de acuerdo, apenas  a mantenido tranquila,  me hab de acuedo en Moravia optrmino arrancando cabezas, no poda se pusieron a limpiar un pocolevantamieel carro se fue yo, que hasta entonces me había mantenido tranquila, me ataqué a llorar, me senté en la cama de él a llorar y mientras barría porque la casa rechinaba de ceniza, lloraba y hablaba con él, así hasta que una bolsa con marsmellows me tranquilizó.



Domingo 1 de abril de 2018

Ese día ya estaba planeado, había dormido donde mami para votar temprano y pasar tamaño rato chineando a Toby y Grey, el sábado en la noche estaba en el cuarto de mami conversando con ella y me llamó la atención que Missy veía mucho a la puerta, cuando me fui al cuarto me siguió, eso no es nada nuevo, a la negrita le gusta dormir literalmente debajo de las cobijas.
A las 6:10 am recibí un mensaje de texto de papi avisándome que mi tía Yami había fallecido, me quedé acostada preguntando: “¿y ahora qué carajos hago?”, le dije a mami, Grey estaba acurrucada a la par mía, Niko llegó corriendo a la cama para corretearla y luego saludarme.
Gracias a Dios ese mismo día fue el funeral, desayunamos, mami me dio dos veces fruta para mantenerme hidratada, se fue a votar, yo me alisté y caminé 1.5 kilómetros de mi casa al centro de votación, ver los carros y la gente me distraía, me mantenía enfocada y alerta.
Tampoco pude entrar a la capilla, otra vez los abrazos de cariño y las palabras a las que solo respondía “gracias”, me quedé afuera de la iglesia tratando de calmarme, Luis me llevó café y un chocolate que me dieron algo de azúcar y calma, aunque lo que necesitaba era una milkshake de chocolate con un barril de marsmellows y un pecanbon, mi tío Lucho me pidió dirigir unas palabras, ahí las piernas se me pusieron como gelatina, “¿qué putas iba a decir?”, bueno, caminé como la más digna al altar, cuando pasé a la par de tío y papi les dije “si me desmayo, me juntan”, sí, la periodista que hizo prla paciencia para leer todo el texto, no uerdo que nadie me toque, ni me vea, ni respirersmellows y un pecanbon, mi t me alistieáctica en televisión y pudo una vez sostener una transmisión estaba nerviosa, gracias a Dios pude hablar desde el ambón, qué dije no sé, pero al parecer me salió bonito.


Apuntes

Soy demasiado metódica, cuando me encuentro en una situación que me saca de balance, necesito estar sola, que nadie me toque, ni me vea, ni respire.
No recuerdo cuál pijama tenía puesta la viejita cuando murió, no recuerdo cómo era la caja de abue Rel, tampoco me acuerdo qué llevaba puesto mi tía la última vez que nos vimos.
Esta es la entrada más larga que he escrito, no sé si alguien tendrá la paciencia para leer todo el texto, creo que lo hago más como desahogo, por primera vez no estoy viendo los resultados de las elecciones, solo sé que ganó el Alvarado que es periodista.
A mi tía, a abue Rel y a la viejita, a ellos siempre los llevaré en mi corazón y serán  pilares en mi vida, tía: tal vez pronto aprenda a manejar y un día de estos me de una vuelta por el Puerto para comer ese ceviche que usted tanto disfrutaba, lo de los temblores lo quedo debiendo, quedarme sentada contando las veces que la lámpara se mueve no me simpatiza.




domingo, 4 de marzo de 2018

Crónicas de la sala de operación


Por primera vez en mi sana vida fui a un quirófano, no se asusten, tuvieron que hacerme un procedimiento sencillo, pero como tenían que anestesiarme, el doctor prefirió por comodidad hacerlo ahí.


Quienes han pasado por las armas saben que hay que estar en ayuno, pues yo de los nervios arrasé con todo lo que me encontré a mi paso y a las 5:30 pm del día antes cerré el pico.

A las 6 am estaba en la Clínica de Coronado esperando a que la enfermera encargada de cirugía me llamara, aquí comienza el ritual: el paciente y acompañante firman una hoja, los besos de despedida y bendiciones de rigor, llegar al cuarto, orinar, quitarse todo, ponerse esa bata verde hospital y los trapos con cara de botas, entregarle el bulto a la enfermera quién se lo da al acompañante.

Leí en un estado de Facebook que en la sala de maternidad se comparten muchas intimidades, pues en Ambulatoria también.

De las seis pacientes que estábamos ese día solo yo no tengo hijos, de las seis, cuatro iban para salpingectomía, todas tenían la misma razón: se cansaron del "ya voy" de su pareja, "aguanté nueve meses de embarazo, aguanto esto también", dijo una de ellas.

Mientras mis preocupaciones eran que la página estaba caída, el no poder programar las notas en el Facebook, la gira de la semana siguiente y una respuesta que me urgía, las otras cinco pensaban en el oficio, la comida, el desayuno que dejaron hecho, quién iba a cuidar ese día a los hijos, si el marido podía hacerlo, la enfermera repetía una y otra vez: "hoy ustedes descansan, hoy me las chinean".

Eso dio pie a las historias de terror de la maternidad: desgarro en el parto, infección, labor de parto por horas, pujar y sentir que todo se abría, el marido descompuesto, la otra que le prohibió entrar porque no quería verlo ni en foto, etc, etc.

La enfermera me preguntó si tengo hijos, le contesté que no y que con esas historias menos ganas me daban, aquello fue la carcajada general y los aplausos.

El personal también tiene su ritual: las enfermeras preguntaban los datos y el motivo de la cirugía, si se tiene alergia y/o tratamiento médico, a las asmáticas cuándo fue su última crisis, a las hipertensas lo mismo. El anestesista también llegaba con el expediente para hacerle a las pacientes distintas consultas, nada quedaba al azar.

Las de salpi fueron las primeras, a las 10 am pasaron a la penúltima paciente que iba por un legrado, yo quedé de última, el ayuno, la falta de cafeína y los nervios me provocaron sueño. así que aproveché para dormir, a las 11:15 am la enfermera me despertó: ya me tocaba.

Al llegar a la primera puerta un enfermero me preguntó mis datos, el motivo de la cirugía y desde qué hora estaba en ayunas, a lo Cenicienta me quitó un par de "botas", entré a la sala de operaciones, me subí a la camilla, es horrible tener los brazos atados, tenía en uno lo de la presión y en el otro el medidor del pulso, me iban a poner cánula para sedarme pero me negué, ocupaba estar alerta e interrogar una vez más al doctor, estaba helada y me pusieron dos cobijas más, fueron 15 minutos exactos,  el doctor me decía: "Rita, relájate por favor", al terminar según yo me bajaba de la camilla y caminaba cual reina de belleza y escuché un rotundo ¡no!, me pasaron en camilla a Recuperación.

Ahí ya la adrenalina bajó y todo comenzó de nuevo a hacer efecto, la sed me atacó y me dieron té de manzanilla y galleta de soda,  nunca me habían sabido tan ricos.

Luego de una hora me pasaron con dos pacientes más a la salita para darnos de alta, en mi cabeza había planeado ponerme crema, perfume y más, pues no, solo quería vestirme, comer, tomar café y dormir.

Varias cosas a destacar:
  1. Se puede vivir sin celular
  2. Ocupo café
  3. Ya no me hago la salpi, esas pobres salen pero pálidas de ahí.
  4. A las mujeres, en especial a las mamás, nos cuesta descansar, todo hay que controlarlo,  pero les tengo noticias: con o sin nosotras, el mundo sigue su curso 
  5. La Caja Costarricense del Seguro Social está sola
  6. Respete a las enfermeras, ellas son igual de profesionales que los médicos y son quienes están a la par y a veces saben más que ellos (sin ofender)
  7. Se preocupan por vos, yo no quería hacer escándalo, en especial porque dos veces me la habían suspendido, cuando me monté al carro Luis tenía varios mensajes de mi mamá, mi hermano y de un par de socios que se enteraron.
  8. Mente positiva: una de las chicas de salpi estaba nerviosa, incluso preguntó si alguien se había muerto de esa operación y si en la clínica podían atender una emergencia mayor, a ella la vi en Recuperación, la tuvieron más tiempo porque al despertarse se le bajó el azúcar y estaba más adolorida que las otras.
La salud es un tesoro y hay que cuidarla, pero también es necesario que sepamos nuestra historia familiar, antecedentes, las medicinas que tomamos y qué nos van a hacer para evitar un contratiempo.





jueves, 15 de febrero de 2018

Los Alvarado y el futuro de TODOS



Yo el domingo 4 de febrero de 2018 fui a votar y no por ninguno de los Alvarado, vi los resultados y casi me infarto y no porque "mi" candidato no quedó en segunda ronda, sino por ver que Fabricio iba a la cabeza, Antonio Álvarez en segundo lugar y en un abrir y cerrar de ojos, Carlos Alvarado se lo arrebató.

Ambos candidatos defienden sus ideales, siento que uno de ellos está más ubicado en los nuevos tiempos, el otro se aferra a sus ideas conservadoras.

Pero el objetivo de esta entrada no es decir cuál siento qué es el mejor, sino llamar nuevamente a las urnas, sí, TODOS tenemos que ir.

"Yo ya voté, yo por ese no voto, para mí la mejor opción era fulano, ¡viva don fulano!" (hasta el momento no conozco a alguien que se haya inclinado por Sthepanie Campos), es lo que escucho y leo.

Ok señores, este es un país libre, nadie lo puede obligar a presentarse en la mesa de votación, nadie lo puede sacar a la fuerza de la casa ese día.

Sin embargo, no ir a votar me parece un soberano berrinche de carajillo malcriado, perdón pero así lo siento, si usted votó por alguno de los otros once aspirantes que no llegaron a la segunda ronda, ¡supérelo!, yo tampoco voté por los Alvarado, pero no pataleo cual "princesa" consentida porque el "mío" no ganó, ni modo, esto no es una carrera ni un partido de fútbol, aquí quedaba el que tenía más votos válidos, no el más rápido.

Aquí no tiene que imperar la bandera de mi partido favorito, sino la de Costa Rica, esa que muchos besan con orgullo cuando juega la "Sele".

Si está indeciso, pues lea los planes de gobierno, infórmese, ya que quien quede gobernará para TODOS, no solo para los que lo apoyaron.

Eso sí, no convierta esta segunda ronda en un voto en contra del matrimonio gay, de nuevo, SUPERE ESE TEMA, porque el tema fiscal, de trabajo y salud nos van a afectar a TODOS, sin importar orientación sexual.

Esta será la votación más ruda y trascendental, para unos triste, para otros complicada, pero estamos obligados en ir a las urnas, si quiere votar nulo o blanco adelante, mejor eso a abstenerse.

Si no quiere votar, adelante, pero como dice el juramento de los funcionarios públicos "que la Patria os lo demande", ¿o será que usted solo ama a su país si gobierna su amado candidato?..

viernes, 12 de enero de 2018

Love wins: ¡¡qué no cunda el pánico!!



He leído  argumentos a favor y en contra, he leído buenos análisis de ambas partes, otros que provocan risa, algunos dan ganas de llorar y otros sencillamente no se entienden por las faltas de ortografía y la pésima redacción.

El fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo en nuestro país indica que el “Estado debe reconocer y garantizar todos los derechos que se derivan de un vínculo familiar entre personas del mismo sexo”, y además que “es necesario que los Estados garanticen el acceso a todas las figuras ya existentes en los ordenamientos jurídicos internos, incluyendo el derecho al matrimonio”.

Si usted es heterosexual, igual que yo: ¡tranquilo!, nadie lo obliga a casarse con alguien de su mismo sexo, nadie lo llevará con una pistola apuntando su cabeza a cambiarse el nombre ni el sexo en el Registro Civil, nadie. Nadie cambiará su testamento y le dejará sus bienes al vecino o vecina del frente en lugar de su actual pareja, es decir, sus derechos y los míos no se tocan.

Esta resolución viene a llenar una deuda histórica que se tiene con la población LGTBI, parejas a quienes se les hace un mundo primero casarse, acceder a créditos, proteger su pareja y el patrimonio que ambos construyeron.

Nadie está atacando su familia, nadie lo critica ni criticará por estar casado y tener hijos, mascotas y casa con cerca y jardín.

Nuestra soberanía no se violó, nadie llegó con tanques ni bombas, no hubo derramamiento de sangre.

¿Qué puede abrir la puerta a otros debates?, sí, debates justos y necesarios en un mundo cambiante.

¿Qué usted se siente indignado y quiere seguir educando a sus hijos?, ¡¡en buena hora!!: podría empezar por enseñarle a que no tiren basura a la calle, a decir  "buenos días, gracias, con permiso, por favor", a que ande en bus, a respetar a otros, a no brincarse la fila para llegar de primero, a resolver por sí mismo las cosas, a leer y escribir.

¿Qué yo como católica practicante y egresada de colegio católico me siento atacada?: ¡¡cero!!, al contrario, me siento feliz que mi país respeta los derechos humanos.

Repito: ni su rutina ni la mía se verán afectados, ni sus derechos ni los míos se verán afectados, así que no se complique y viva feliz.

Y si se siente ofendido por mis palabras al punto de querer excomulgarme o bloquearme de sus contactos como ya lo hizo una persona, adelante, vivimos en Estado de derecho, ¿o no?