viernes, 21 de julio de 2017

La corona de la discordia







Pensé mucho en escribir esta entrada, leí varias columnas de espectáculos, comentarios y chistes, así que me animé y por supuesto el tema es Elena Correa, la Miss Costa Rica, su corona y su novio.

Ok, primero, para mi los concursos de belleza ni me fu ni me fa, no los veo, no me interesan, cada vez que había un Miss Costa Rica salían las quejas que estaba arreglado porque ganó la más fea o la de apellido rimbombante.

Teletica este año hizo el concurso a puerta cerrada y  fue designada una joven cuyo novio es empresario y millonario, ah sí, y 42 años mayor que ella.

Críticas porque el concurso fue cerrado, críticas porque no fue elección abierta, burlas porque el caballero supuestamente compró el concurso para su novia, críticas por la diferencia de edad.

Yo resumo todo en un ¿y qué???

Veamos:
  • Televisora de Costa Rica es una empresa privada, dueña del concurso, el dinero de la organización sale de sus arcas, así que puede hacer el concurso como le plazca
  • La única persona beneficiada con los premios, los cuales salen de las negociaciones de la organización y NO erario público, es la ganadora
  • Si usted o cualquiera tiene pruebas que esta edición o cualquiera de las anteriores fue comprada, primero ¿en qué le afecta? y si es tanta la indignación ¿ya puso la denuncia?
  • Un escándalo por la diferencia de edad entre la pareja, ¿y hasta ahora conoce una???, salga más seguido de su casa y verá muchas.
Por supuesto que la posición económica del señor llama la atención, ya a ella la califican de mantenida, seamos sinceras señoritas: ¿ustedes saldrían con un carajo que llega a un restaurante a pedir una coca cola y dos pajillas?, es más, ¿a cuántas les sugirieron alguna vez que buscara un chavalo con buena platica para no pasar necesidades?, lanzo otra, ¿quién de ustedes no ha rajado con algún regalo caro que le han hecho?

Ignoro si él paga todo, desconozco si le tiene lujos o si le "regaló" el concurso y si alguien me dice "¡por Dios no sea tan ingenua, si se nota a leguas!" asumo que es porque tiene en su manos los estados de cuenta del señor que lo prueban. 

¿Se indigna como costarricense porque el concurso fue cerrado?, a mí me indigna más que dos diputados de la República firmen una carta de apoyo al régimen de Nicolás Maduro, me saca más de quicio que en la democracia más antigua de Latinoamérica no podamos escoger de manera abierta a los congresistas.

Me hizo gracia un comentario que leí por ahí "¿qué pasa con la ilusión de las niñas que sueñan con ser princesas y modelos?", bueno, la cantidad de niñas en Juegos Nacionales, olimpiadas de robótica, matemáticas y ferias científicas demuestra otra cosa.

Y si sigue molesto, pues únase a la Carboni y protesten.



domingo, 2 de julio de 2017

La mañita de meterse donde no lo llaman

Uno de los deportes favoritos de esta sociedad, en especial la tica es meterse donde no la llaman, opinar cuando no se le ha pedido y sobre todo, juzgar.

Una amistad y su esposo lo viven, aunque de forma inteligente ha sabido sortear los ingratos comentarios acerca de sus decisiones de vida, en especial la de no ser padres, Juliana muy amable nos lo cuenta:

"Desde niña dije que no quería ser mamá, mis amigas jugaban con muñecas, me preguntaban cuántos hijos quería tener cuando fuera grande, mae, ¿a quién carajos se le ocurre hacer esa pregunta a una carajilla de 6 años que está botando los dientes de leche?

De adulta mi parecer no cambió, me dijeron que eso me iba a costar caro, no sé por qué, me enamoré de un hombre cuyo plan de vida tampoco incluye la paternidad y no le importó operarse antes de casarnos, era nuestra decisión. Cuando nos preguntan por los hijos y decimos que no queremos, de inmediato yo soy la bruja del cuento, la egoísta, la mala mujer, la que empuja al marido a la cama de otra para que la preñe y le dé hijos (ojo, darle, como si fuera un café).

Cuando él contesta que no puede tener hijos, lo hace al propio y se ahorra la razón, entonces cambia el discurso: pobrecito, qué le pasó, vamos a rezar por usted, con él sí hay compasión, nos indican los tratamientos y al decir que tal vez optaríamos por la adopción entonces la gente cae en cruz, porque cómo vamos a criar al hijo de otro.

La sociedad sigue viendo a los hijos como trofeos o como obligación, no como proyecto o plan de vida de una pareja o de una persona, las mujeres tenemos la obligación de engendrar y parir, de dar hijos, de hacer abuelos a nuestros padres, o sea, somos fábricas, no personas.

Si se quiere adoptar, como el caso de una de mis primas, también es criticada porque hijos solo los que se conciben, ¡ah!, pero a las parejas que demandaron al Estado por el tema de la FIV las tacharon de egoístas y las mandaron a adoptar, ¡uy gente doble moral!

Esta sociedad sigue sin superar ese tema, sigue opinando, mi vecina y su esposo optaron por no hacerle grandes fiestas de cumpleaños a los hijos, son dos, hasta que tengan 7 ú 8 años y disfruten, pero sobre todo, las recuerden, lo mismo con montarlos en un avión y llevarlos a Disney, ah pues ya los tachan de malos tatas porque los están privando de algo tan lindo como las fiestas temáticas donde hasta los calzones del cumpleañero es igual al diseño del queque, o sea, los chiquitos tienen 1 y 4 años, solo por las fotos sabrán que los vistieron de Woody o de Elsa.

En resumen señores, no se meta, no juzgue y no opine, que mi vida a usted y a los demás no le afecta, solo a mi, así que calladito más bonito"