sábado, 7 de septiembre de 2013

10 cosas que me sacan de quicio... ¿y a vos?





Todos tenemos nuestro carácter, algunos somos como una alka-seltzer, por cualquier cosa nos enojamos, otros son más tranquilos y por ende tolerantes, pero siempre hay ciertas cosas que nos convierten en  el gemelo de Sheldon Cooper, yo me declaro una de ellas, es por ello que a continuación comparto con ustedes las 10 cosas que me sacan de mis casillas:


  1. El constante sonar de la alarma de un carro y ojalá en la pura noche cuando uno trata de conciliar el sueño, qué cosa más desesperante por Dios.
  2. Viajar en un bus con las ventanas cerradas, peor si está lloviendo y encima, aguantar el olor a pollo frito.
  3. Personas que te dejan hablando sola por tener la nariz metida en el bendito teléfono celular, como si les fuera a dar un infarto si lo tienen guardado.
  4. Timbres de celular o ringtones  (para los que no saben español) de "melodías" de reggaeton, swing criollo, niños llorando, animalitos llorando o voces diciendo: "¡¡tienes una llamada!!" o "¡¡sácame de aquí!!"
  5. Preguntadera constante de todo lo que haces: ¿y por qué, y a qué fuiste, con quién fuiste, y qué?
  6. Personas que sin conocerte te cuentan su vida y milagros, y para colmo, no ordenan las  ideas, así que te hacen una ensalada de relatos que al final no entendiste o captaste la cuarta parte: "y vieras que fui a tal lugar, entonces me bajé del taxi, y Fulanito me pasó contando de cómo lo engañó la mujer, ah, es que así se llama el taxista, guapillo el chiquillo" y blablablablabla.
  7. Hacer una simple pregunta y oír una eterna explicación, la cual, en el 99% de las ocasiones, no está relacionada con lo que querías saber. Esto también aplica para aquellos que te cuentan su agenda solo para decir "no puedo ir".
  8. Que me digan señora, eso lo ¡¡odio!!, así que opto por no contestar cuando escucho esa palabrita.
  9. Ver en el Facebook fotos de operaciones, cicatrices o golpes, por Dios, un poquito de glamour, dejen eso para su expediente médico. Ah, y sin herir susceptibilidades, tampoco resisto a las amas de casa desesperadas que cuentan que ya barrieron, limpiaron y le cocinaron la comida a su amado maridito, y menos a los que se la pasan posteando mensajes tan dulces que a uno le da un coma diabético.
  10. Que venga un tipo y me diga: princesa, reina, muñeca, bebé... 

Sí, un poco amargada, un poco extremista, ¿pero me van a decir que a ustedes no lo saca de quicio alguna de estas cosas?