domingo, 22 de diciembre de 2019

Bendita crisis de 2019



“Bendita crisis”, esta frase la he escuchado millones de veces, la he usado muchas para redactar notas, pero nunca había entendido su verdadero significado sino hasta este 2019.

Si 2018 fue un año de cambios y que me sacó lágrimas que fue un contento, 2019 no se quedó atrás, pero más que momentos para llorar, fueron momentos en los cuáles me quedé sin fuerzas, me quedé sin lágrimas, una crisis en la que pensé que todo acababa y solo le pedía a Dios guía y una luz, la cual poco a poco llegó, poco a poco se fueron sanando las heridas, no fue nada fácil, nunca es fácil cuando tantas personas cercanas a uno están con las palomitas listas y sentados en primera fila para verte fallar, pero les tengo noticias queridos traidores: se quedaron con las ganas.

Pasar por el fuego no es sencillo, que Dios te moldee de esa forma es agotador, pero solo así entendemos, nos fortalecemos, cambiamos la perspectiva, miramos con otros ojos.
Pero también estamos más alerta: aprendemos a reconocer a los enemigos, ya diferenciamos las sonrisas sinceras de las puñaleras, sabemos a quienes les alegra tu triunfo y a quienes les molesta.

Gracias 2019 por esa bendita crisis, gracias Dios por darme las fuerzas para superarla y gracias por nunca soltarme de tu mano.