domingo, 13 de mayo de 2018

El premio ¿qué no fue premio?







Este tema asunto de Jonathan Mauri y el premio Claudia Poll me encanta, demasiado que analizar, mucho que leer, ahora, estamos claros que esto es una OPINIÓN y que como siempre, a veces le hago de abogado del Diablo.

Ok, vamos por partes: el momento en que salió la noticia fue perfecto para la crisis,  ya el Gobierno de Solís estaba terminando y la Selección de Fútbol No vidente corría para reunir el dinero para asistir al mundial de España, entonces se juntó el hambre con la ganas de comer… hermano de una entonces ministra de Deportes obtuvo una suma de dinero astronómica (perdón, pero no tengo idea de cuántos ceros son) gracias a un pleito en los tribunales.

Mauri, a quien yo no le conozco su trayectoria como nadador, se postuló para el premio en 2010, cuatro años antes que el PAC ganara las elecciones, y como no fue escogido, metió un recurso y luego de varios años lo ganó.

La redacción del texto es bastante escueta: “... se otorgará cada dos años, como una condecoración que el Estado ofrece a los deportistas costarricenses, que durante los dos años anteriores a su otorgamiento, hayan merecido títulos o medallas en juegos olímpicos, torneos o campeonatos mundiales, previamente reconocidos por el Consejo Nacional de Deportes”, se lee en el artículo 6 del reglamento de la ley.

Claro, era 1997, teníamos la medalla de plata de Silvia Poll en Seúl 88, el triunfo de la Selección Mayor de Fútbol en Italia 90 y en el 96, Claudia Poll ganó la medalla de oro en Atlanta, ¡puta llorada!, era mucha la distancia entre hazañas deportivas.


A  mi me surgen varias dudas, la primera es por qué le negaron el premio a Mauri, qué argumentos presentó para que los jueces le dieran la razón, por qué la Procuraduría no hizo el descargo, ya que según investigaciones de medios el ICODER envió el expediente, por qué no se llamó al entonces jurado para que explicara su fallo.

En mi caso me desconcierta que ganara el premio en los tribunales, pero seamos sinceros, ¿acaso ustedes no harían lo mismo, no buscarían cómo joder a papá Estado?, el servicio de cable e internet falla por 10 segundos y pido una rebaja en el recibo, si tengo la oportunidad de pelear una platica, ¿no lo haría?

Yo escribí en una publicación de Facebook que el actuar de Mauri me parece una pataleta y lo sostengo, se supone que el deporte te enseña a ser ético, acudir a los tribunales para que me den un premio que me negaron no me lo parece, por lo menos a mí.

No considero que fuera un acto de corrupción de la administración Solís ya que todo sucedió antes que ganaran las elecciones y la razón la dio el Poder Judicial, pero sí considero una soberanísima metida de patas organizar una ceremonia, convocar prensa y que la entonces jerarca de Deportes Carolina Mauri estuviera a la par de su hermano, ella dijo que lo hizo a título personal, pero hello, no era la graduación de la Universidad, era la entrega de una bomba de tiempo.

El colega Antonio Alfaro de La Nación planteó en una columna una pregunta muy interesante, ¿por qué nadie arremetió contra Claudia Poll por haber recibido el premio que lleva su nombre?, los comentarios no se hicieron esperar, casi que lo queman vivo por comparar a Poll con Mauri, sí, ella es más mediática, es orgullo nacional, una ve el video de la competencia y está a moco tendido, hasta ese momento a Mauri solo la familia lo conocía.

Lo mismo con el premio que recibieron los jugadores de la Sele de Italia: una placa de taxi, bien del Estado y un carro, igual nadie los criticó, nadie los critica, al igual que las hermanas Poll, ellos nos llevaron a la locura nacional.

Que las autoridades investiguen, que se sienten responsabilidades, pero que se apoye de verdad al deportista y ojalá desde Juegos Nacionales, en las zonas alejadas hay atletas que hacen rifas para completer la plata del uniforme o de los pasajes.

Sí, yo en lo personal no creo que Mauri merezca el premio, para mi fue berrinche, pero, si yo estuviera en su lugar, ¿hubiera hecho lo mismo y reclamo lo que según yo considero justo?