martes, 2 de septiembre de 2014

Y la "u" sigue siendo la misma




Después de seis años, aunque creo que un poquito más, decidí volver a la universidad a cursar mi segunda carrera, me sentía nerviosa por retomar los estudios, convivir con personas que en la buena teoría vienen saliendo del colegio y temía estar desfasada.

Pues bien, después de un año y tres meses de iniciada esta nueva etapa, descubrí que la universidad, salvo un par de cositas, no cambia:

  • Siguen los profesores dando explicaciones, preguntan si hay dudas, nadie levanta la mano aunque dos o tres no entendieran y luego se quejan: "es que el profe no explicó"
  • Todavía existen los trabajos en grupo, los cuales por cierto nunca han sido de mi agrado, en donde hay uno que asume el liderazgo o la coordinación mientras a otro se le pasea el alma por el cuerpo y no hace bien las cosas, o no las hace del todo y tras de eso falta el día de la presentación
  • Sigue habiendo el grupito que no pone atención en clase, se la pasa hablando, se perdieron la mitad de las instrucciones y desesperados preguntan: "¿qué fue lo que dijo?" o "¿cuál es la tarea?"
  • Existen aún los profesores "buena gente" quienes repiten una y mil veces, si están en un examen explicando una pregunta prácticamente dan la respuesta
  • También siguen vigentes aquellos compañeros de clases quienes, después de escuchar por millonésima vez la explicación del "santo educador", le preguntan: "ah profe, entonces lo que usted quiere es x y no y", esos son los mismos que en el punto anterior no captaron la respuesta de la pregunta
  • Están los que no comprenden, no ponen atención en clase y tras de eso faltan con las  tareas
  • Aún asiste a clases aquel que cuando habla inicia su monólogo así: "viera profe, es que profe, pero viera, resulta que yo me levanté de la cama, ese día pues me pasó esto, pero viera profe", pasan 15 minutos y la persona no dice nada, solo balbucea y cuenta la historia de su vida
  • Ahora todo el material es digital, aún así hay docentes que prefieren los trabajos escritos y alumnos que gastan en fotocopias
  • Ya no dejamos recados en las contestadores del celular ni en las casas, enviamos mensajes de texto, correos electrónicos y usamos otras aplicaciones para comunicarnos
  • Los forros pasaron a la historia, quien no estudió tiene su celular a la mano con el material para poder copiar, para eso sí lo saben usar pero les cuesta un mundo contestar un correo o mensaje
  • Sigue habiendo quién en la era de la información inmediata no sabe ni cómo se llama el Presidente de la República o desconoce el significado de adular
  • Asimismo, a estas alturas del partido, hay quienes ignoran cómo abrir un archivo adjunto, editarlo, cerrarlo y volverlo a enviar, tampoco entienden la diferencia entre un PDF y un archivo pptx
  • Y, todavía existe quien escribe "ago" y "fabor" (digamos que en este punto mi recordada profesora de Español del cole Marielos Ramírez y mis querídisimos profesores  la  u simplemente lo devuelven al kinder)
Sí, por más celulares inteligentes, tablets,  cursos de computación y otras tecnologías, hay detalles de la "u" que no cambian. Pese a todos estos detalles, regresar a las aulas ha sido una experiencia enriquecedora, he refrescado conocimientos, adquirido otros muy valiosos y me están dando una nueva visión del quehacer diario.