En nuestro caminar por la vida logramos identificar distintos tipos de personas, personas que en muchas ocasiones padecen de algún “itis”, si no le suena este término, a continuación los tres “itis” más comunes:
Estrellitis: los que tienen que ser protagonistas porque sí y punto.
Incomoditis: todo es una constante queja el sol, la lluvia, los días feriados, renuncias de ministros, parejas de sus amigos, relaciones o rupturas de quienes los rodean, el carro nuevo o usado del vecino.
Negativitis: nada saldrá bien: el trabajo que están haciendo, la fiesta de fulano, el noviazgo de sutano, la decoración de la casa, nada saldrá bien.
¿Dónde está la vacuna para no contagiarnos?, en nuestro interior, en nuestro corazón, en saber que cuando nos ofrecemos para hacer algo es porque nos nace, porque queremos ayudar y que el apoyo es bienvenido, porque entre más de dos la carga es menos pesada y siempre se aprende de otros.
Habrá situaciones y personas que no son de nuestro agrado, lo que tenemos que hacer es respirar profundo y enfrentarlas con una sonrisa en los labios, así no duele tanto.
Si pienso cosas malas, cosas malas vendrán, es la ley de la atracción, por eso, es mejor prevenir, tener un plan B por aquello, pero confiar en que no se necesitarán porque las cosas saldrán bien.
Como ve, estas inyecciones no duelen y son fáciles de conseguir, porque con una buena actitud ante la vida es como construimos nuestro futuro y nuestras relaciones.
